La Fiscalía ha solicitado que el acusado, con esquizofrenia paranoide, sea condenado a una pena de 13 años de internamiento en un centro psiquiátrico.
Un jurado popular enjuicia desde este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada a un hombre acusado de acabar con la vida de otro al que rebanó el cuello con un cuchillo jamonero en verano de 2021 a raíz de que se produjera una discusión entre ambos en el cortijo en el que convivían en Dúrcal.
La Fiscalía ha solicitado que el acusado, un vecino de Dúrcal de alrededor de 60 años con esquizofrenia paranoide, sea condenado a una pena de 13 años de internamiento en un centro psiquiátrico al entender que en el momento del crimen sufrió un cuadro delirante que le impidió ser consciente de lo que estaba haciendo.
Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, el acusado y la víctima, de 61 años, residían en el cortijo Don Félix de Dúrcal, propiedad de este último, a raíz de que en verano de 2020 el presunto homicida le pidiera que le acogiera a cambio de pequeños trabajos de mantenimiento.
La convivencia entre ambos discurrió con normalidad hasta la noche del 26 de agosto de 2021, cuando por razones que no han trascendido comenzaron una discusión en el salón de la planta baja. En un momento dado, el acusado se hizo con un cuchillo jamonero con una hoja de 25 centímetros y le asestó un golpe en la cabeza al otro hombre que le hizo caer al suelo.
Seguidamente, «le rebanó el cuello» seccionándole por completo tiroides, hioides, la cuarta vértebra cervical y también la médula espinal, produciéndole la muerte. La víctima estaba divorciada y tenía tres hijos mayores de edad.
El acusado permaneció en la vivienda junto al cadáver durante cuatro días, hasta el 30 de agosto, momento en el que apareció por el cortijo un pariente lejano del fallecido al que reconoció lo ocurrido, tras lo que se presentó allí la Guardia Civil y arrancó todo el procedimiento.
El fiscal expone en su escrito de conclusiones provisionales que el acusado está diagnosticado de esquizofrenia paranoide y en el momento de los hechos sus capacidades cognitivas y volitivas estaban abolidas a cuenta de un posible cuadro delirante. Así, y aunque considera que el acusado cometió un delito de homicidio, cree que en este caso concurre la eximente completa de anomalía o alteración psíquica por lo que no pide prisión para él sino su internamiento en un centro psiquiátrico. El juicio está señalado hasta el 26 de abril.