Qué hacer por el futuro del Valle de Lecrín

Puestos a soñar me gustaría que el Valle de Lecrín dentro de 25 años fuera conocido y reconocido por ser una tierra ecológica donde las tradiciones, el hombre y la naturaleza se hubieran fundido para ser un referente en la gastronomía tradicional granadina y donde un turismo selectivo, deportivo y de calidad se hubiera integrado con el paisaje de nuestra tierra.

Desde hace tiempo me he preguntado muchas veces por qué la Alpujarra es tan conocida en España y el Valle de Lecrín, con similares características y mejor ubicación, apenas se le conoce en Granada. A pesar de ser paso obligado para ir a la Costa Tropical muchos granadinos raramente conocen los nombres de nuestros pueblos y mucho menos su ubicación. También me he preguntado con frecuencia por qué no hemos sabido poner en valor todo aquello de bueno que tenemos. Pensé que para plantear qué hacer en el futuro deberíamos tratarlo como si fuera una empresa y quizás un buen punto de partida fuera hacer un análisis DAFO del Valle para ver de dónde partimos y con qué podemos contar. El DAFO es un informe donde se analiza la situación interna y externa de la empresa y para cada una de ellas se analizan o se detallan los puntos débiles y fuertes de la misma. Este informe nos permite conocer qué aspectos o situaciones debemos evitar y cuales son aquellas en las que nos vamos a apoyar y debemos potenciar.

Investigando un poco encontré que pueblos como Salobreña, Cacabelos, Arahal y comarcas como la Serranía de Ronda, entre otros muchos, habían hecho su análisis DAFO y estaba publicado en internet. De la lectura de estos informes me di cuenta de que muchos de los puntos incluidos en sus diferentes apartados, en mi opinión, podían ser coincidentes con la situación del Valle. Yo no voy a hacer aquí una enumeración exhaustiva de los puntos que he incluido en cada uno de los apartados, entre otras cosas, y dado que hay muchas debilidades y amenazas, alguien me podría tratar de derrotista y nada más lejos de mi intención. Creo que si hacemos este análisis es para proyectarnos con fuerza hacia un futuro de ilusión pero con una estrategia clara y perfectamente definida.

En muchas circunstancias las debilidades son fortalezas mal gestionadas y las amenazas, con inteligencia, se pueden convertir en oportunidades. Si decimos que tenemos la debilidad de no haber puesto en valor nuestro patrimonio cultural es porque tenemos un patrimonio que podemos poner en valor. Si decimos que una amenaza es la sequía tenemos la oportunidad de gestionar bien los recursos hídricos de que disponemos para hacerlo mejor que el resto. Por esto quiero escribir en positivo.

Haciendo un análisis de las oportunidades podemos observar varias tendencias que están de moda. Que son el futuro, casi presente ya y a las que hay que engancharse ya que disponemos de la materia prima necesaria. Las sociedades del futuro ya están apostando sin duda por los cinco hitos que señalo a continuación:

  • Ecología y medio ambiente
  • Turismo rural y gastronomía
  • Ocio y deporte
  • Nuevas tecnologías
  • Comunicaciones

Además en España, con un poco de suerte, lo de la España vaciada deja de ser un recurso político de moda para convertirse en una puesta política seria que apoye las regiones y los pueblos que de verdad lo necesitan Es verdad que todo el mundo está en esto, pero el Valle tiene unas fortalezas que, si sabemos aprovecharlas, podríamos cambiar el estado de apatía actual por una situación boyante basada en un turismo muy especial, en una agricultura semiecológica integrada con el turismo y en una apuesta por las nuevas tecnologías que articule el cambio que se propone. 

Hay comarcas y regiones que en una apuesta de futuro han sabido transmitir su imagen y que todo el mundo las conozca por algo muy definido. El Camino de Santiago o la Costa del Sol son referentes mundiales en su género. Otros lugares, a otro nivel, están trabajando para que se les conozca por una fortaleza a la que se han agarrado. El Valle del Jerte es conocido por sus cerezos. La Rioja está desarrollando cada vez con más fuerza un turismo enológico. El Cabo de Gata en Almería se ha posicionado en un turísmo ecológico basado en la virginidad de sus lugares. Mérida hace tiempo que puso en marcha su Festival de Teatro clásico y ya está trabajando para que sea declarado Patrimonio de la Humanidad.

El Valle, sin duda, tiene que encontrar su sitio. Y hay que elegir un objetivo y luchar por conseguirlo. Con las fortalezas de que disponemos, yo vería dentro de 25 años un Valle libre de emisiones porque la mayor parte de su energía consumida procedería de energías limpias. Un valle referente en la gastronomía granadina, basada en productos ecológicos y tradicionales. Un Valle donde unas mejores comunicaciones y desarrollo potente de las conexiones de internet habrían propiciado que un número importante de profesionales de diferentes materias y disciplinas lo hubieran elegido como su residencia familiar y de trabajo  basado en un teletrabajo cada vez más introducido en la sociedad. Un Valle con un turismo activo y de calidad. Se trataría de hacer del Valle un referente en ecología, gastronomía tradicional y lugar de residencia de trabajo para todos aquellos profesionales que pudieran hacerlo a distancia. Puestos a soñar me gustaría que el Valle de Lecrín dentro de 25 años fuera conocido y reconocido por ser una tierra ecológica donde las tradiciones, el hombre y la naturaleza se hubieran fundido para ser un referente en la gastronomía tradicional granadina y donde un turismo selectivo, deportivo y de calidad se hubiera integrado con el paisaje de nuestra tierra. Para conseguir esto hay que ponerse a trabajar y poner en marcha proyectos que empiecen a mostrar al Valle como referente en aquello que quiere conseguir. Lo que sí es cierto es que cualquier proyecto que se ponga en marcha, para que sea posible, debe aportar rentabilidad económica o social, o ambas a la vez. 

Acciones a poner en marcha:

  • Depuración de aguas. 
  • Instalación de energías renovables. 
  • Puesta en valor de la agricultura. 
  • Potenciación de un turismo activo integrado con la gastronomía y el deporte.
  • Crear un hito turístico conocido a nivel internacional.
  • Reconstruir los castillos árabes de Soraya en Mondújar y la Lojuela en Murchas. 
  • Realizar más competiciones deportivas. 
  • Mejorar las comunicaciones y el acceso a la tecnología 

Lo anteriormente expuesto, no son más que ideas nacidas de la irrealidad de los sueños, pero cualquier cosa que el hombre haya hecho, alguien la ha tenido que pensar. Estas ideas y cualquiera otras que se planteen, hay que debatirlas y desarrollarlas. Adaptarlas a la realidad. Hacerlas social y económicamente atractivas y como no, buscar la necesaria financiación. Esto es un trabajo de todos. Ayuntamientos, Asociaciones, empresarios, particulares, etc. Lo que se consiga será un logro de todos.

Para mí, todo lo expuesto anteriormente puede ser un sueño, pero muchos sueños así se han desarrollado en otros lugares. Analicemos la realidad para evitar nuestras Debilidades y Amenazas y apoyémonos en nuestras Fortalezas para aprovechar las Oportunidades que se presentan cada día.

Artículo original en Qué hacer por el futuro.

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