El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha estimado parcialmente el recurso de apelación del condenado a 22 años y medio tras ser declarado culpable por un jurado del asesinato de su compañera sentimental, en agosto de 2018 en Dúrcal, en la comarca de El Valle de Lecrín, clavándole un cuchillo “al menos hasta en cuatro ocasiones”, de tal modo que ha rebajado esta pena en dos años, quedándose en 20 años y medio.
La sentencia, mantiene el resto de pronunciamientos de la condena impuesta, y contra ella cabe recurso ante el Supremo. La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Granada contempló la agravante mixta de parentesco en la condena a este varón marroquí con permiso de residencia comunitaria, que mantenía una relación con la víctima, que estaba a punto de cumplir 21 años cuando falleció, desde 2013, y convivía con ella en Dúrcal desde que ella fue mayor de edad, habiendo tenido un niño, inscrito solo como hijo de la madre.
Asimismo, lo inhabilitó para ejercer la patria potestad y habrá de cumplir orden de alejamiento de al menos 500 metros y de prohibición de comunicación por 30 años al niño, señalaba la sentencia de la Audiencia.
Los miembros del jurado consideraron probado que el condenado conducía un vehículo sobre las 00,00 horas de ese día por los alrededores de Dúrcal, con su pareja en el asiento de copiloto, y que, en un momento dado, “con el evidente propósito de causarle la muerte a su pareja, esgrimió un cuchillo con un filo de 13,5 centímetros de largo y 2,9 centímetros en su parte más ancha, y se lo clavó” a ella “al menos hasta en cuatro ocasiones”.
La víctima “no pudo en forma alguna defenderse por lo repentino e inesperado de la acción”, al encontrarse dentro del coche, y “eliminando la forma de proceder del acusado toda posibilidad de reacción” por su parte. Una de las heridas le perforó el pulmón izquierdo, “provocando pérdida masiva de sangre hacia cavidad torácica izquierda y hacia el exterior del cuerpo”, y, como consecuencia, su muerte.
Fue sobre las 0,30 horas cuando el condenado llegó con ella en el vehículo al centro de salud de Dúrcal, “tocando el claxon”, y “gritó” al médico y celador de guardia “cúrala”. “A preguntas del facultativo sobre el origen de las lesiones”, habría esbozado la palabra “puñalada” para marcharse luego corriendo.
Los médicos no pudieron hacer nada por salvar la vida de la víctima, que “ya había fallecido”, detalló en su momento la fiscal, que pidió también, una vez elevadas a definitivas sus conclusiones, la inhabilitación especial para ejercer la patria potestad del menor, así como la prohibición de acercarse a él a menos de 500 metros, así como de comunicarse con el mismo, durante 30 años. La defensa interesaba la libre absolución o, alternativamente, una condena por homicidio imprudente, según las fuentes del caso.
En la declaración con que dio comienzo el lunes 8 de marzo el juicio, el procesado mantuvo que ella habría caído encima de la navaja que portaba en el transcurso de una discusión dentro del coche que él conducía en torno a las 00,00 horas de aquel 14 de agosto de 2018.
Negó, asistido por un traductor, desavenencias en la pareja hasta que, unas dos semanas antes de los hechos, ella “empezó a tomar drogas”, por lo que empezaron a hacerse frecuentes las discusiones y los “gritos” de ella. Asimismo, pidió, en el inicio de su declaración, “perdón” a la familia y manifestó su “dolor” por lo sucedido.
Artículo original en Qué!.