El Puente Antiguo (o puente romano, como lo llaman los durcaleños), es otro de los numerosos puentes que tenemos en Dúrcal. Se cree que tiene origen musulmán y era el camino que había entre Granada y las Alpujarras.
De pequeñas dimensiones realizado en mampostería, con piedras medianas, probablemente del propio Río Dúrcal, trabajas con hormigón de cal y piedra posee un único ojo y está enlucido en ocre.
Es muy probable que el puente se construyera en época andalusí (pudiéndose ver en los mapas de 1500), y se estuvo usando como paso principal sobre el río hasta mediados del s.XIX cuando se construyó el Puente de Piedra.
Actualmente ha sido restaurado por los alumnos de la Escuela Taller Dúrcal II.