No sólo es factible pegarse un chapuzón en Almuñécar, Salobreña o Motril. En el interior existen zonas de baño continental, o puntos del interior donde las circunstancias, teóricamente, son favorables.
Pero una cosa es dónde se refresca la gente de forma habitual y otra dónde está permitido, en el sentido de admitido por las autoridades sanitarias y ambientales por entender que la calidad de las aguas es apta para el baño. Y las autorizadas son bastantes menos que las frecuentadas.
De hecho, se contabilizan más de una treintena de puntos del interior donde bañarse ha sido habitual pero sólo en cinco puntos en concreto se considera que el agua está apta para el baño.
Son éstos: el embarcadero del embalse de Cubillas, en Albolote; el embalse de los Bermejales, en Arenas del Rey; el río Toba, en Los Guájares; y el río Fuencaliente, a su paso por los municipios de Huéscar y Orce.
De éstas, los embalses de Cubillas y Bermejales y el Fuencaliente en la zona del trampolín de Huéscar serían sitios ideales. Según la calificación sanitaria de 2009, el agua es de «muy buena calidad». En los otros dos puntos citados es de «buena calidad».
Hay catalogadas otras dos zonas de baño de carácter continental, ambas en Güéjar Sierra: el río Maitena y el río Genil. Pero por orden del 5 de abril de 2006, está prohibido el baño en ambas.
Otra cosa, naturalmente, es que la gente siga los consejos. De hecho, y aunque la calidad del agua deja mucho que desear, hay gente que se sigue tirando al Genil a su paso por Granada. Y también lo hace en otros muchos puntos, cercanos a centrales eléctricas o sin vigilancia alguna, que son muy peligrosos. Este verano está siendo bastante elocuente en ese sentido.
El control de las llamadas playas continentales recae en el Sistema de Información Nacional de Aguas de Baño Náyade, dependiente del Ministerio de Sanidad. Es un sistema de información sanitario y ambiental que recoge datos sobre las características de las playas marítimas y continentales, así como de la calidad del agua de baño.
Lo que sorprende es que el catálogo de playas de interior haya ido menguando con el paso de los años. Según un informe de Ecologistas en Acción, entre 1995 y 2000 se descatalogaron lugares como el río Alhama a su paso por la localidad del mismo nombre, el Castril en los términos de Castril y Dílar, el Dúrcal, el embalse de Béznar, el río Monachil, el Guadalfeo a su paso por Órgiva y Vélez de Benaudalla, el Aguas Blancas, en Quéntar, el Trevélez o los Baños de Zújar.
Al estar descatalogados no se hacen los controles sanitarios, pero no está ni confirmado si se dejó de autorizar o no el baño, es algo que parece quedar al libre albedrío.
Noticia de CEDEX.