Se llama Javier Casares, tiene 39 años y ha sido elegido el Mejor Mecánico de España, en el MPV del Taller. Algo así como el ‘Balón de Oro’ de los mecánicos españoles. Este granadino tiene su taller en Dúrcal (Granada) y, desde que tiene uso de razón, se recuerda con las manos manchadas de aceite imitando a su padre, con el que comparte vocación.
“De él, he aprendido muchas cosas”, cuenta a NIUS. Pero su ‘mano’ para las averías, se la debe, sobre todo, a sus estudios. “Hice FP de mecánica y, después, he seguido formándome”, señala. Un continuo aprendizaje para estar al día de las novedades como, por ejemplo, la electrónica en los coches automáticos. “Es algo a lo que nos hemos tenido que adaptar y lo seguimos haciendo”, precisa.
Su taller es el mismo que su padre abrió hace más de 30 años. Talleres Casares. Ahora, en una de sus estanterías descansa el trofeo. Javier mira orgulloso. “Es una forma de valorar nuestra profesión”, defiende. Un trabajo esencial que conlleva, dice, “una gran responsabilidad y presión” pero que no siempre se pone en valor. “Al fin y al cabo, arreglamos coches en los que viajan personas y velamos por su seguridad”, recuerda.
El certamen, organizado por La Comunidad del Taller, y en el que han participado mecánicos de toda España pone a prueba a los aspirantes con pruebas teóricas y prácticas. Un vehículo al que no funcionan los elevalunas o uno al que le falta potencia han sido los retos a los que Javier ha tenido que enfrentarse y, por su manera de afrontarlos, ha resultado vencedor.
No hay avería que se le resista a este cirujano del motor que es incapaz de decir cuál es la más compleja. “Es que no es una ciencia exacta. Hay que diagnosticar y averiguar. Y cada día te enfrentas a algo nuevo”, asegura. Aunque, si tiene solución, Javier la encontrará.
Una vocación que exige esfuerzo y trabajo diario. La heredó de su padre y, ahora, su hijo con apenas 2 años ya empieza a conocer. “Quiere coger las herramientas. Apunta maneras”, nos cuenta. Una profesión, de generación en generación, de la que Javier, el mejor mecánico de España, se siente más que orgulloso.