Dúrcal, un disfrute para los sentidos a través del agua y sus cinco puentes

La vida se abre paso en la localidad gracias a su río cuya ribera regala magníficas rutas a los amantes del senderismo.

El término municipal de Dúrcal ofrece al visitante una experiencia única para los sentidos gracias a su privilegiada ubicación dentro del Parque Natural de Sierra Nevada y a la majestuosidad del río Dúrcal, flanqueado por cinco puentes que lo han custodiado a lo largo de la historia.

La vida se abre paso en Dúrcal gracias a su río cuya ribera regala magníficas rutas a los amantes del senderismo.
Los aficionados a la alta montaña tienen una cita ineludible con la ruta del Nacimiento del Río Dúrcal que se encuentra en un circo glaciar al pie de los Tajos Altos y el Tozal del Cartujo.


Partiendo desde el barranco del Caballo, la naturaleza nos regala una estampa purificadora, el fluir de la impresionante Acequia de los Hechos, cuyos orígenes se remontan a más de 700 años. Construida con materiales naturales que van sembrando agua en laderas y barrancos, recoge las aguas que descienden por el valle formado por el Río a la bajada de Sierra Nevada.


Su marco natural excepcional convierte a Dúrcal en un enclave perfecto para practicar senderismo y deportes de aventura. Esto es algo que el durqueño Nico Molina, el primer joven de menos de 17 años en cruzar la meta de la prueba de Kilómetro Vertical convirtiéndose en Campeón del Mundo Juvenil de Carreras por Montaña, conoce bien. Precisamente como reconocimiento y homenaje al joven deportista, hace cinco años que el Ayuntamiento de Dúrcal inauguraba el Sendero Nico Molina- Río Dúrcal, uno de los recorridos que utiliza habitualmente el campeón del Club de Montaña Cerro del Caballo, para sus entrenamientos. Se trata de una ruta sin dificultades técnicas en el que el río Dúrcal es el auténtico protagonista.


El sendero se inicia en el centro urbano de Dúrcal, en la Plaza de España, junto al monumento a Rocío Dúrcal. La ruta remonta el curso de río Dúrcal alternando entre caminos y veredas y ambas márgenes, por un entorno de monte bajo y hierbas aromáticas, huertos, antiguos molinos, impresionantes bosques de galería y riberas del río Dúrcal antes de volver al centro del pueblo siguiendo la principal acequia de la vega de Dúrcal.


La ruta discurre por los cinco puentes que sirvieron para cruzar el río Dúrcal en diferentes momentos de la historia; el de la autovía y el de la carretera nacional, construidos en hormigón, el más emblemático construido en hierro y conocido como «puente de lata» que sirvió para la línea del tranvía, el primer puente de ladrillo en la primera carretera que comunicaba Granada y Motril, y el antiguo puente medieval en piedra basta y argamasa.

Sus puentes conforman un conjunto paisajístico excepcional, se trata de construcciones de distintas épocas que salvan el curso del Río Dúrcal, las fuentes medicinales nacen a sus costados y los antiguos molinos aprovechan sus aguas. Precisamente son sus puentes que se elevan sobre plantaciones de naranjos y limoneros, los que han marcado para el viajero el paso por Dúrcal, constituyendo una de las estampas más características del trayecto entre Granada y la Costa. De los cuatro que en la actualidad salvan el curso del río, el más antiguo e importante desde el punto de vista arqueológico es el puente romano, que fue construido con un solo ojo en el siglo I.

Artículo original en El Comarcal de Lecrín.

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